miércoles, 11 de abril de 2012

VOZ DE LIBERTAD


(Último número de La Voz de Jerez)
(Artículo publicado en Viva Jerez el 12/4/2012)
Permítanme que este artículo semanal de opinión lo dedique en esta ocasión a la profesión que elegí hace más de dos décadas y a la que me siento muy vinculado desde entonces. Es bien sabido que el periodismo no pasa por sus mejores momentos. La crisis y, por consiguiente, la merma de la ya de por sí fragmentada “tarta publicitaria”; así como las nuevas tecnologías de la comunicación se han cebado con la llamada “prensa tradicional” y desde hace unos años se exploran nuevas vías digitales para llenar el vacío de información veraz que parece haberse instalado en nuestra sociedad. Si a esta circunstancia añadimos la precariedad laboral y la siempre espinosa relación entre periodistas y políticos, la profesión se adentra cada día un poco más en un precipicio oscuro e insondable. 

Del futuro, por mucho que han debatido las asociaciones de periodistas y las tertulias de café de los profesionales, poco se sabe más que es sombrío y desesperanzador. Normalmente la situación laboral de los periodistas no es noticia; paradójicamente solemos contar las crisis de todos los sectores, menos del nuestro, y no es menor que en otros muchos ámbitos de la actividad. Casi todos los días nos encontramos con recortes de personal en un medio, el cierre definitivo de otro… Está pasando en toda España, y lamentablemente Jerez no está siendo una excepción. El martes conocimos que otro medio de comunicación ha desaparecido en la ciudad. Una voz, como todas las voces, de libertad. Porque de eso se trata. De libertad, del derecho constitucional a estar informado. De que usted, como cualquier otro ciudadano, pueda conocer la realidad desde todos los puntos de vista y elegir sus opiniones teniendo todos los datos en la mano. 

Desde ahora, eso es más difícil en Jerez, con un medio de comunicación menos en el que analizar la actualidad. Han perdido por supuesto los profesionales que desde ahora engrosan la cola del paro, y a los que desde aquí mando un fuerte abrazo; ha perdido la ciudad, que tiene un medio de comunicación menos en el que mirarse (y nada me hace pensar que parará aquí esta sangría); y hemos perdido todos los ciudadanos porque se nos ha cerrado una necesaria ventana al conocimiento de nuestra realidad. Porque no olvidemos que el periodista es un profesional que actúa como garante de contenidos veraces, contrastados, contextualizados y construidos de acuerdo con la preceptiva periodística. Y que los medios se articulan como una frontera ineludible y necesaria entre la información que recibe la sociedad y la que generan las altas esferas del poder económico, político y social. No podemos abstraernos al hecho de que si por éstas últimas fuera, los periodistas deberían comulgar a pie juntillas con “su verdad” en un trabajo de copia-pega sin preguntas incómodas. Una democracia real se basa, entre otros conceptos, en la libertad de prensa. Pero si se diezman las plantillas, se precariza el trabajo, se callan opiniones y se cierran medios de comunicación únicamente se conseguirá devaluar la profesión y apagar una Voz de Libertad. Así, como dije antes, perdemos todos.

1 comentario:

  1. Cuánta razón tienes! Desde luego Esteban, los periodistas, tan devaluados por muchas razones, e injustamente (lo de generalizar...), son realmente vigilantes y altavoces de lo que ocurre, notarios "molestos" que no deberían subsumirse a la ideología o color de turno. Una utopía quizas, pero como bien dices, sin esa "herramienta" cada mañana a la que acudir...no vivimos en libertad, no pensamos en realidad.
    Miriam Morales.

    ResponderEliminar