miércoles, 24 de abril de 2013

JEREZANOS CONTRA NAPOLEÓN

Felipe Alonso del Puerto con su libro

(Artículo publicado en Viva Jerez el 25/4/2013)
Probablemente sea uno de los episodios de nuestra historia menos conocidos y estudiados. Me refiero a los efectos que tuvo en Jerez la invasión napoleónica y la Guerra de la Independencia. Conocemos la primera serie de los Episodios Nacionales de Galdos, en los que se narran desde la batalla de Trafalgar hasta la derrota de los ejércitos franceses. Y el asedio de dos años y medio a Cádiz y la Constitución que allí se promulgó. Pero el papel de Jerez como centro de aprovisionamiento, mantenimiento y descanso de las tropas francesas, así como el que desempeñaron el Escuadrón de Lanceros y el Regimiento de milicias provinciales, ha sido poco objeto de estudio… hasta ahora. 

Tuve la suerte de conocer hace años al coronel de artillería Felipe Alonso del Puerto. Fue en 1992, presidiendo el acto de clausura del cuartel Fernando Primo de Rivera, conocido como Tempul. Su porte militar, su entrega a la patria, su exquisita educación y su profundo amor a Jerez me cautivaron desde un principio, porque es de esa clase de caballeros que, con su sola presencia, inspiran confianza y respeto. Han pasado dos decenios y el contacto, menos frecuente del que yo quisiera, continuó con esporádicas colaboraciones en programas de televisión. Su pase a la reserva no le restó un ápice la pasión que sentía por todo lo relacionado con Jerez y con lo militar. Y encontró en la investigación una dedicación que le ha llevado a escudriñar en capítulos olvidados de la historia de esta ciudad. Su primer libro aborda los años de la Prefectura de 1810 a 1812, durante los cuales Jerez, vanguardia o frontera con el resto de España que se atrincheró en Cádiz, se vio dominada por más de 40.000 soldados franceses. Felipe Alonso subraya el papel desempeñado por una población que dio muestras de su carácter, oponiendo cuanta resistencia pudo al invasor. En su segundo libro “Jerezanos contra Napoleón” el autor reivindica el valor del Escuadrón conocido como “Los Garrochistas”, que se enfrentaron a los soldados del general Dupont, así como del Regimiento de milicias “Xerez”, una especie de reserva para actuaciones urgentes totalmente jerezana. Al coraje demostrado por estos hombres se le une el de nombres propios como el teniente general Tomás de Morla o el guerrillero Pedro Zaldívar que tanto lucharon por la Independencia. 

Ambos libros están perfectamente datados, cuentan con el rigor histórico de un hombre que ha investigado en media docena de archivos públicos y gozan de la confianza de la editorial jerezana AE y de su editor, Salvador de la Barrera. De compra obligada para los amantes de la historia de Jerez.

(“Jerezanos contra Napoleón” se presenta el jueves, 25 de abril a las 20.30 en la Residencia Militar de Jerez, en calle Muro y un día después a las 18 h. en la Feria del Libro)

lunes, 1 de abril de 2013

Aves de rapiña


Este artículo es de Amparo Bou, directora de Sinlímites Comunicación con la que coincido plenamente... 

Es ya un lugar común decir que la crisis es una oportunidad. Lo es para quienes se lanzan, por espíritu emprendedor o por necesidad, a la aventura de poner en marcha un negocio propio. Admirables son quienes buscan un hueco en un mercado más que saturado, y levantan un proyecto en el que basar su futuro. De esos emprendedores, he conocido a algunos en iniciativas como Jerez Emprende: personas con iniciativa, que superan dificultades para consolidar su proyecto en el momento más difícil, y que buscan clientes y contactos a la vieja usanza: de frente, por derecho, repartiendo la tarjeta y explicando cara a cara su proyecto.

Pero no todo es color de rosa, ni mucho menos. Me lo han contado algunos de esos emprendedores. Si se rasca un poquito, se encuentra otra triste realidad que también trae la crisis. Las aves de rapiña. Sucede cuando el nuevo empresario busca clientes sin tocar los que tenía su competencia. Bucea en nichos nuevos para partir de cero en su negocio y competir en buena lid en su sector. Y  ya sea por suerte o por trabajo y competencia profesional, encuentra una buena acogida. Ahí entran en escena las aves de rapiña: competidores más antiguos acostumbrados a ser los reyes del mambo en su sector y a vivir de rentas, y que ahora miran con recelo al “nuevo”, ven cómo su iniciativa da resultados, y deducen que les está “robando” clientes, pese a que nunca, por flojera o el motivo que sea, se había dirigido a ellos para ofrecerles sus servicios.

Un empresario con principios se pondría las pilas para competir mejor. Pero las aves de rapiña no. Ellas van por la espalda, acuden a los clientes del nuevo emprendedor e intentan desacreditarlo, sin conocerle siquiera, esperando que esos clientes pasen a sus manos sin haber movido un dedo. Trabajar les viene mal. Es la pataleta de la impotencia. El nuevo emprendedor me cuenta que al final se entera de la maniobra, porque al fin y al cabo el mundo es un pañuelo, y que retiene la afrenta en la memoria para el futuro. Mientras, sigue trabajando y acudiendo a todas las citas posibles para darse a conocer cara a cara, como las personas de  bien. Yo volveré a encontrarle la próxima semana en Jerez Emprende, y pasaremos un buen rato, mal que les pese a las aves de rapiña. 

Amparo Bou Martí 
(Directora de Sinlímites Comunicación)