miércoles, 30 de abril de 2014

ONDA JEREZ EN EL RECUERDO (2ª parte)

Justamente el próximo 2 de mayo, se cumplen 25 años del comienzo de las emisiones en Onda Jerez Televisión.
Una efemérides agridulce por los últimos avatares pero que merece la pena recordar porque esta emisora forma parte ya de la historia de esta ciudad. En la primera entrega del artículo, la pasada semana, desgranaba algunos nombres de compañeros que formaron parte en 1989 de la primera plantilla que trabajó en Onda Jerez en la calle Medina, en los bajos del Teatro Villamarta. A los nombres antes citados, añadiría los de Caridad Mera, Rodrigo Celis, Mauricio Meynet, Manolo Montero, Juan González, Ignacio Estrade, Juan Luis Silva, Bernardo del Águila, Miguel Doña, Rafael Fonteseca, Diego Conde, Ana Blanco, Teresa Sánchez, Javier Caballero, Pepe Marín, Patricio del Castillo, Juan Carlos Gutiérrez, Juan Pedro Fernández, Isidro Bernal, Fermín Bohorquez, Natalia Guitart, José Manuel Lasanta, Francisco Amaya, Belén Benítez, Pilar Beas y tantos otros que asentaron las bases de un proyecto que llegó a alcanzar cotas muy altas de profesionalidad a nivel nacional. Onda Jerez fue objeto de estudio en las Facultades de Periodismo como paradigma del buen hacer en televisión local. La programación no tenía nada que envidiar a la de las grandes cadenas nacionales que, un año después, en 1990 comenzaban sus emisiones.

Programas como “Doble la esquina”, “Código V”, “El espejo”, “El paseíllo”, “A compás” o “Jerez Hoy” forman parte ya de la memoria colectiva de una generación que vio la realidad de su ciudad, de su gente, de sus calles y plazas a través de la pequeña pantalla, que vivió en directo la Feria, la Semana Santa, la Navidad, el Rocío, la Fiesta de la Bulería o San Antón, que se familiarizó con la presencia de las cámaras de Onda Jerez. Y todo, pese a los constantes cierres gubernamentales que, en 1989, consiguieron unir más si cabe a la ciudad y “su televisión”. Después llegó el edificio de la calle Caballeros, y la Expo 92, los Juegos Ecuestres Mundiales, la canonización de San Juan Grande, Fitur, los mundiales de motociclismo, el ascenso del Xerez, los cambios de gobierno municipal, la capitalidad europea del Vino… Y Onda Jerez estuvo a la altura narrándolos en directo. Y llegó Internet que propagó la señal por todo el planeta, y nuevas unidades móviles, y Jerez creció hasta los 200.000 y llegaron otros medios que completaron la oferta informativa de la ciudad. Y llegó la crisis, y con ella, los problemas, los administradores concursales, la falta de medios… y la salida voluntaria de algunos compañeros. 

Y llegamos a nuestros días. No me pregunten cuál es el futuro de una emisora que llevo en el corazón. No lo sé. Sí les diré mi deseo, que no es otro que Onda Jerez siga formando parte de la historia de esta ciudad. Que se ponga en valor su archivo audiovisual labrado tras un cuarto de siglo de ilusionante trabajo. Que sus profesionales sigan contando la realidad. Porque se lo merecen ellos y se lo merece Jerez. Feliz Aniversario.

sábado, 26 de abril de 2014

ONDA JEREZ EN EL RECUERDO. 25 AÑOS DE TELEVISIÓN LOCAL (1ª parte)

Probablemente “Gracias” sea una palabra muy recurrente, pero es la que mejor resume cómo me siento en este momento. Como muchos ya saben, esta semana culminan para mí 25 años de trabajo ininterrumpido en Onda Jerez Radiotelevisión. Un cuarto de siglo que ha discurrido en paralelo a la historia de esta ciudad y que coincide en unos días (curiosa coincidencia) con el 2 de mayo de 2014, fecha en la que esta emisora cumple su vigesimoquinto aniversario. En estos días, muchas han sido las muestras de cariño que he recibido y que me gustaría compartir con la veintena de compañeros de este medio de comunicación que, de forma voluntaria, hemos decidido dar un paso al frente para acometer nuevos retos profesionales. 

Me despedí esta pasada semana de la audiencia y ahora me despido de ustedes en este espacio que gentilmente me ofrece Viva Jerez. Dije entonces, y también ahora que llevaré en el corazón una emisora que ha formado y formará parte de mi vida. Este pretende ser el primero de dos artículos en los que intentaré rebuscar en una historia de Onda Jerez Televisión que me ha tocado vivir en primera persona desde sus inicios, contando sus fiestas, sus noticias, sus hechos más significativos. Ahí va la primera entrega: Recuerdo que era el mes de febrero de 1989. Llevaba más de un año compartiendo micrófono en Onda Jerez Radio con Germán Fonteseca, Gabriel Álvarez, Olga Isabel Fernández, Mercedes Olmedo, Mauricio Roberto Peña, Francisco José Román, Juan Ignacio López, Ildefonso Cáceres, Inmaculada Leyva, Manolo Sánchez, Miguel Perea, Carlos Manuel López y otros compañeros con lo que tuve la fortuna de trabajar en este maravilloso proyecto radiofónico. Alguien nos dijo que el Ayuntamiento pretendía crear una emisora de televisión que, siguiendo la estela de la radio adoptaría el nombre de “Onda Jerez Televisión”.  Comenzaron a llegar a la calle Patricio Garvey las primeras cámaras, los focos, monitores, ediciones… Por aquel entonces, en casa solo se sintonizaba TVE y el UHF. En algunos bloques incluso se captaban los “vídeos comunitarios” como Intercable con infinidad de películas y dibujitos. Pero el concepto de televisión local nos sonaba a chino. Fueron José Antonio Carmona, como director, Francisco Jiménez, como Jefe Técnico y José Ramón de la Hera, como Realizador quienes impulsaron un proyecto en el que nadie confiaba y que precisaba de visionarios que creyeran en este nuevo invento. Llegaron compañeros de Madrid, como Alberto Pascual. Y cámaras como Julio y Santiago que nos abrieron la mente a través del objetivo. Y se sumaron profesionales como Jaro en decorados, Juan Antonio Ortegón en deportes, María de los Ángeles Polanco en magazine, María de los Ángeles Reyes en administración, Antonio Soto en producción, Ángel Jiménez, Pepe García Ábalo, José Manuel Sánchez, Ignacio López, Javier Aroca, Jesús Sotomayor, Juan Villagrán, David Monje, Pepe Hormigo, Juan Antonio Menacho, Diego Padilla, Manolo Doña, Juan José Barba, Margarita de Torres, Desiderio Martínez, José María Soto… (Seguirá)

jueves, 10 de abril de 2014

LAS GAFAS DE CERCA


(Artículo publicado el 10/4/2014 en Viva Jerez)

Me he resistido como un jabato, pero al final he tenido que transigir. Meses en los que me engañaba a mí mismo haciéndome creer que esta situación era transitoria y que al cabo del tiempo volvería a verlo todo con claridad. Pero nada. Supongo que tantas horas delante del ordenador y leyendo por las noches hasta altas horas de la madrugada desgastan la vista de cualquiera (de cualquiera que ronde el medio siglo, quiero decir). Ya últimamente tenía que entornar los ojos para ver con claridad  a la vez que alejaba la vista cada vez más del libro y de la pantalla. Además, pensé que ese constante dolor de cabeza al terminar la jornada podría derivar de todo esto. Así que finalmente, y a regañadientes, le hice caso a mi mujer y fue a la óptica. “Aquí, mi marido, que no ve bien de cerca”. La primera en la frente. “Que no, que no es para tanto, que únicamente es que cada vez me tengo que poner más lejos del ordenador o del libro para poder leer bien, nada más”. Sonrisas de la óptica y de mi mujer. “Entre conmigo a esta habitación y le vamos a hacer unas pruebas”. Y allí estaba yo, con unas gafas redondas muy pesadas al estilo Rompetechos cuyas lentas cambiaba la chica una y otra vez preguntándome si veía bien las letras y símbolos de la pared. Hasta que sucedió. De repente, una perspectiva del mundo casi olvidada regresó a mi retina con una claridad exultante. Después de años viendo el mundo de una forma, ahora se me presentaba con más color, con más luz, con más contraste. Y para colmo, eran las lentes para ver de lejos, cuando mi intención primera era para ver bien de cerca. “Pues va a ser que necesita usted gafas para conducir y para leer” ¿Cómo? No ¿Yo con gafas? “Usted debe haberse equivocado. Yo veo lo traspuesto”. Paradójicamente esto último se lo decía a la óptica mientras la observaba con esas gafas redondas… perfectamente graduadas. En fin, que allí estaba yo. En el mostrador de la tienda viendo pasar decenas de gafas de todos los tamaños y todos los estilos para ver de cerca y para ver de lejos. “Bienvenido al mundo de las gafas, las monturas, las patillas, las fundas…”, me dijo mi mujer sonriendo. Y aquí estoy ahora, escribiendo este artículo en el ordenador con mis gafas de montura plateada y un cordoncito que cuelga tras el cuello para que no se me extravíen. Y en el coche, en una fundita, las que utilizo para ver de lejos, sobre todo para conducir de noche. Ayer me miré al espejo y casi no me reconocía. Me vi más canas, más arrugas con las gafas nuevas. Así que me las quité y creo que desaparecieron por arte de birlibirloque. Creo que me estoy obsesionando. Me las acabo de quitar. Ea, boy a acaber exte articul sin prablemas, aunqe dispoes me doela la cavesa. ¡arriesgao que es uno…!.

miércoles, 2 de abril de 2014

PISA

(Artículo publicado en Viva Jerez el 3/4/2014)

Se veía venir. Los datos de los últimos años ya evidenciaban la mala situación que, en materia educativa, arrastra este país. Y hace un par de días se ha constatado con los resultados del Informe Pisa. Los medios de comunicación han salido al paso de esta información con titulares como “los alumnos españoles a la cola de la OCDE…”, “los malos resultados del informe Pisa ponen en duda el sistema educativo español...”, el alumnado español suspende en habilidades para resolver problemas cotidianos…”, “las matemáticas siguen suspendiéndose en España…”. En fin, que más de lo mismo. Que nuestro país, informe tras informe, sigue cateando en educación sin que nada ni nadie le ponga freno a esta debacle. La difusión de los resultados ha tenido un fuerte eco mediático, aunque a menudo con lecturas demasiado partidistas y donde lo único que parecía importante era encontrar culpables. Y a la hora de buscarlos, políticos, sindicalistas, padres, alumnos y profesores lanzan balones fuera intentando eludir un problema que es de todos, pero principalmente de los primeros que juegan a ser profesores promulgando leyes educativas de siglas rimbombantes, que durante años se han contradicho unas a otras (la LODE, la LOGSE, la LOCE, la LOE y ahora la LOMCE). Unos políticos que creen que la solución está en cambiar de siglas y donde antes era la EGB y el BUP ahora es la ESO y el Bachillerato (eso creo, porque ya casi nadie se entera). Y donde antes era un cero o un diez, después fue un “necesita mejorar o progresa adecuadamente” y ahora vuelta a empezar. Pero los políticos no son los únicos culpables de lo que está pasando. Todos, en general, debemos entonar con fuerza el “mea culpa”, padres y profesores incluidos. El Informe PISA sólo tendrá utilidad real si sirve para desencadenar un proceso de reflexión serena sobre la necesidad de llegar a acuerdos muy amplios sobre el sistema educativo que necesitamos y que queremos; sobre la relación entre gasto educativo y resultados; sobre la necesidad de una movilización social que amplíe el debate al conjunto de la sociedad pero que, a la vez, escuche al profesorado; sobre el grado de autonomía necesaria para que cada centro pueda establecer sus prioridades y su manera de hacer. Considero que la educación debería convertirse de una vez por todas en un asunto de Estado. Los partidos políticos deberían sentarse en una mesa junto con los representantes de los centros educativos y negociar la creación de una ley educativa seria, consensuada, responsable y, sobre todo, duradera en el tiempo. Nos jugamos mucho. Sobre todo el futuro de nuestros hijos. Y con eso no se juega.