Fue hace
años. Llegó de la mano de su padre. Ya sabía de él, de su enfermedad congénita,
de la lucha de su gente por sacarlo adelante. Pero ahora estaba allí. Delante
de mí. Con su frágil figura tambaleándose e inconsciente de lo que sucedía a su
alrededor. Marcos me ganó ese día. Comprendí que la vida, en ocasiones, tiene
el sentido que queramos darle. Y que la vida de Juan y Ana Mari, desde que
nació ese crío, tenía un único sentido: vivir por y para él. Contra viento y
marea. Sin descanso. Por un hijo se hace todo ¿verdad Esteban? Y uno asiente
porque también tiene hijos y porque sería capaz de lo impensable por operarles,
si fuera vital y necesario, en cualquier punto del planeta. Por mucho que
costara. Y si hace falta salir a la calle a pedir, pues se pide. Y si hace
falta vender tu casa, tu coche o lo que sea… pues adelante, que por un hijo…
Marcos tiene ahora 8 años. Ya anda. Como puede, pero anda. Y es un crío feliz.
Inconsciente de todo lo que su causa ha movido, pero feliz. Y sus padres, de
algún modo, también lo están cuando lo ven así. Y su hermana, y su familia, y
sus vecinos y amigos. Porque Jerez se ha volcado estos años para hacer posible
su viaje a Boston. Una operación necesaria que no admite duda y que cuesta un
riñón… y el otro, si me apuran. Miles de dólares que han arruinado a la familia
Carribero Moreno, pero que les ha unido más si cabe en torno al pequeño Marcos.
De qué te sirve el dinero, amigo Esteban, si te falta lo más importante, me dice
Juan. Y con más razón que un santo, toma la cruz en el hombro y sale a la calle
para pedir por su hijo. Y organiza cuestaciones. Y se reúne con Dios y con el
diablo si hace falta para llenar la hucha. Marcos necesita otra operación. Es
urgente, vital y necesaria. Ya debería haberse sometido a ella, pero aún faltan
unos miles de dólares para el viaje… y para los médicos que cobran lo
impensable.
El 23 de septiembre, la plataforma que los apoya ha organizado un
evento para recaudar fondos. Un cartel de lujo con casi 40 artistas como Los
Morancos, Capullo, Raya Real, María de la Colina, Marismeños, la comparsa del
Selu, Luis el Zambo, José Gálvez, Luis Lara y que me perdonen los demás porque
casi no me queda espacio en este artículo. Mi amigo y compañero Pepe Marín, la
artista y amiga, María José Santiago y este modesto periodista presentaremos el
espectáculo. Será en el Alcázar, a las 21 horas. Pasarán un buen rato y además
ayudarán a la familia Carribero a llenar su hucha. Por desgracia, en el mejor
de los casos, no será suficiente aún. Quedará mucho por conseguir. Pero se
habrá dado un gran paso. Lo que más me llama la atención es que los que menos
tienen son los que más dan ¿Qué curioso, verdad Esteban? Si Juan. A ver si
cambia esto y alguien que tenga el dinero y un gran corazón lo pongan en la
hucha del que solo pide por su vida. Por favor, vayan el 23 al Alcázar. Marcos
estará allí. Feliz. Inconsciente, pero feliz.