Ya en los 60 el Dúo Dinámico advertía del final de un verano
que, cuando llega septiembre, se nos escapa entre los dedos. Cierto es que,
según el calendario, a la estación estival le quedan aún un par de semanas.
Pero el regreso al trabajo este lunes, la vuelta al cole en algo más de una
semana y el fresquito de madrugada que nos obliga a ponernos la “rebequita”,
hacen que la mente esté ya puesta en el otoño y, casi sin darnos cuenta, en la
Navidad. Pero no les quepa duda que el año que viene volverá el verano, con su
calor y su turistas japoneses haciéndole fotos a Don Miguel Primo de Rivera a
las 4 de la tarde con el termómetro de la farmacia de la Plaza del Arenal a 44
grados; y volverán los famosos a bañarse en la Costa del Sol rodeados de
paparazzis; y Paquirrín a pinchar discos en Ibiza; y los selfies con los
colegas en Conil;
y la copita en el Sajorami de Zahora; y los paseos por la
playa de Cortadura; y el pisito alquilado en Valdelagrana; y ese libro que por
fin acabamos de leer; y la visita a los abuelos en el pueblo; y qué calor hace en
la plaza de España de Sevilla según dice Antena 3; y niño deja de joder con la
pelota y a ver cuándo empiezas el cole de una vez; y la cervecita con unas
papas aliñás en el chiringuito de La Barrosa; y la tortilla y los pimientos y
la sandía fresquita bajo de la sombrilla; y las chanclas; y el pantalón corto y
la camiseta de Fanta; y el hoy no me afeito que es verano; y de septiembre no
pasa que me apunte al gimnasio que he engordado unos kilitos este verano; y
niño ponte una toalla en el asiento que tienes mojado el bañador y me vas a
poner perdido el coche; y esas siestas de dos horas en el sofá con la babilla
que se te cae por la comisura de los labios; y ese gazpachito fresquito con
mucho tomate y mucho aceite y mucho pepino y mucho pimiento; y ese tinto con
casera blanca; y ese encoger la barriga cuando te encuentras con un pivonazo
por la orilla; y despertarte a las 10 sin remordimientos de qué tarde es y lo
que tengo que hacer; y enseñar a tu hijo a pedalear esa bici que le regalaron
los abuelos hace un año y que aún no había cogido; y arreglar el trastero que
ahora tengo tiempo y pasar el verano y aún no haberlo tocado; y Juani hace
mucho viento así que vamos a Rota que allí no pega el Levante; y voy a pasar la
ITV a ver si me para la Guardia Civil y descubre que llevo un año sin la
“pegatina” en el parabrisas; o renovar el carnet de identidad que la foto es de
cuando hice la primera comunión…
Y la vida “seguirá igual” como dijo Julio
Iglesias. Y el verano volverá y se marchará y nosotros nos iremos cargando de
años. Y un tal Esteban volverá a ponerse triste porque se acaba esta estación y
comienza otra. Y escribirá otro artículo de esta guisa. En fin, que me alegra
volver una temporada más a escribir en este rinconcito de Viva Jerez. Un beso a
todos (a los chicos también, que aquí en Jerez, a los amigos se les saluda con
un beso. Y a mucha honra).
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