Ya está bien de poner
excusas, de la culpa la tiene el de enfrente, que todo está mal y qué pena de
país y de ciudad ésta que se hunde en la miseria. Ya está bien de poner el
acento en las siete plagas de Egipto que asolan a esta sociedad que no acaba de
remontar. Ya está bien de decir que el panorama está negro y que no se ve luz
al final del túnel. Ya está bien de hablar de la paja en el ojo ajeno cuando no
somos capaces de ver la realidad por la viga que nos tapa el nuestro. Ya está
bien de inculpar al jefe, al alcalde, al presidente de la comunidad de vecinos,
a la Merkel o al tertuliano de La Sexta. Ya está bien de decir que los
políticos o los banqueros tienen la culpa de nuestros males (que sí, que en
parte es verdad, pero de qué nos sirve repetir el mismo mantra una y otra vez).
Ya está bien de hablar del amigo que se ha estrellado en la empresa que montó y
no hablar del otro amigo que triunfa. Ya está bien de gastar energías en
resaltar lo mal que estamos y lo mal que estaremos. ¡Ya está bien! ¡Ya está
bien! Soy consciente de que las malas noticias son más noticias que las buenas
noticias. Nunca escucharemos lo bien que le va a Pepe. pero sí nos regodearemos
de lo mal que le va a Juan que no levanta cabeza. Somos así.
Hace años salió el
periódico “Buenas noticias”. Duró dos meses. Sin embargo “El Caso”, que ahora
rememora TVE en una serie, duró 45 años. Da para reflexionar… Pues bien, ahora
que coordino y presento “Avanza”, un programa que se emite en Onda Jerez los
martes a las 21 horas, he descubierto gente que un día arriesgó, que emprendió
un camino difícil, no exento de obstáculos. Jerezanos que dieron un paso al
frente, superaron la barrera del conformismo y se lanzaron a emprender,
desoyendo los atrabiliarios cantos de sirena de profetas sin oficio.
Empresarios como el belga y gaditano Jan de Clerck siempre rodeado de dos
mares; Miguel Moncayo y Ana Triano con su premiada cerveza Xela regada de vino
de Jerez; Antonio Páez Lobato que sigue manteniendo su reinado alzando al cielo
su copa de vinagre; Alberto Alcántara que un día soñó con Xerintel y que ahora parece
no tener límites; Antonio Mariscal un visionario empresario de viajes que
triunfa en el país con Bookingfax; Alberto Villagrán que con mucho tesón
reinventó en Jerez el negocio de la compra venta inmobiliaria; o mi querida
Lola Rueda incansable mujer imparable que nos da alas para seguir avanzando.
Éstos y no otros son espejos en los que reflejarse. Referentes de prestigio que
engrandecen a esta ciudad. Emprendedores que luchan cada día en Jerez para
avanzar sin límites…
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