Es uno de esos
deportes nacionales en los que este país es líder indiscutible. Me refiero a
“colarse, entendiendo este término en la acepción más pícara, esa que supone
ponerse por delante de alguien saltándose el turno preceptivo. Vaya como
ejemplos éstos que refiero a continuación. Primero: El “cara”. Dícese del que
haciendo caso omiso u oídos sordos se cuela el primero, o en medio de la cola
del banco, despacio, disimuladamente, silbando “mi jaca galopa y corta el viento..” y que, cuando alguien le
recrimina su actitud se sorprende y aduce no haberse dado cuenta, que lo
siento, que no era mi intención y que no había visto la cola. Segundo: El
“enchufao”. Por este sobrenombre se conoce al individuo que, aprovechando una
relación de parentesco o amistad, se salta a la torera a la gente que lleva
media hora esperando a la entrada del fútbol, saluda afectivamente al de la
ventanilla o puerta, según el caso, y entra como Pedro por su casa hasta la
cocina. Tercero: El “listo”. En este apartado incluiremos a ese paciente que
llega el último y que cuando se abre la puerta del médico se cuela rápidamente con
cualquier falsa excusa diciendo algo así como “Perdonen, solo es una pregunta rápida y salgo enseguida” o “¿Me permiten?, es urgente”, dejando con un palmo de narices al personal.
Cuarto:
El “tengo un morro que me lo piso”. Es el que se cuela en una boda de postín,
bien conjuntado, con su acompañante del brazo, arroz en mano, vivan los novios
y viva el padrino y dispuesto a jurar en arameo que está invitado por la
familia del novio o de la novia, según sea el que se lo pregunte. Quinto: El
“no sabe usted con quien está hablando”. Aquí incluiremos a ese individuo
engominado, barbilla en alto, aire de superioridad, andar distinguido y móvil
en la oreja que entra decidido saludando de soslayo al portero de la discoteca,
y dejándolo tan absorto que creerá que tiene ante sí a alguien “importante” y que estaría feo
pedirle la entrada. Sexto y último: “El
mente fría”. Se trata de un ser inteligente, que estudia el terreno y que actúa
en consecuencia. Es ese que falsifica la entrada de los toros con el Photoshop
o bien la fotocopia en color; el que se inventa un carnet o acreditación falsa
de periodista para entrar en un concierto; o que el que se cuela en el Circuito
por la entrada de atrás o por la de emergencia haciéndose pasar por trabajador.
En otros apartados más simpáticos, estarían personajes como Jimmy Jump, ese
cachondo de la barretina que se coló en los premios Goya dejando en evidencia a
los responsables de seguridad de la Gala, y que también dejó perplejos a los
europeos con ese minuto de gloria junto a Daniel Diges. Espero no haberles dado
ideas para “colarse”, aunque seguro que alguno de los que leen esto incluirían
más apartados y formas para entrar por el morro allá donde no están invitados.
Aunque solo sea por el prurito de decir “me he colao…sin pagar”.
Buen artículo!! Aunque tu y yo sabemos lo que es colarse en las "vidas" de los demás de la forma más legal... trabajando en los medios de comunicación... Un saludo y un fuerte abrazo!!
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