(Artículo publicado en Viva Jerez el 3/1/2013)
Queridos Reyes Magos: Como bien sabéis no es la
primera vez que os escribo, aunque sí la primera que hago pública esta carta en
la que, como cada año, me despojo de mi careta de adulto para dejar al aire mi
verdadera faz de niño a la que nunca renuncié pese a los años. Sirvan mis
primeras palabras para reiterar mi convencimiento de que existís, de que
realmente llegáis cada año por estas fechas para llenar de ilusión los
corazones de todos, y en especial, del mío. Conste que nunca hice caso de aquellos
“amigos” que negaban vuestra presencia diciendo que eran los padres los que dejaban
los regalos a los pies de la cama. Yo los miraba sonriendo porque vivían
engañados y creían ser más mayores por no tener fe en vuestras altezas reales.
Y una vez que la pierdes… nunca la recuperas. Bien es cierto que existen otros
reyes que, disfrazados con barbas postizas, coronas y atuendos reales (que su
mérito tendrán, no me cabe duda) se pasean por centros comerciales, colegios,
empresas y asociaciones de vecinos pretendiendo usurparos. Yo sé que van de
buena fe y que sólo pretenden alegrar a los más pequeños en estos días de
fiesta.
Pero nadie podrá despojaros de vuestra real presencia la mágica noche del
día 5 de enero. Porque ese día no
faltaré a la cita. Desde que era un renacuajo que no levantaba dos palmos del
suelo y mi padre me subía a sus hombros para ver las carrozas y atrapar algunos
caramelos no he faltado ni un solo día a la Cabalgata. Ahora llevo a mis hijos,
y los subo a hombros y les aseguro que estos son los verdaderos Reyes Magos. Y
les digo que deben creer en vosotros, y no hacer caso a esos incrédulos que os niegan.
Porque siempre creí que la infancia se pierde el día que perdemos nuestra fe en
los Reyes.
En fin, ahí van mis peticiones. Este año no os voy a pedir nada para
mí. Sería egoísta por mi parte atendiendo a cómo están las cosas a mi
alrededor. Sé que hay gente que lo pasa mal, que perdió su trabajo o que no lo
encuentra, que hace malabarismos para llegar a fin de mes, que llora al ver a
sus hijos sin lo más básico, que perdió la ilusión en el futuro. Para ellos
pido un milagro o al menos la esperanza en que lo conseguirán. Para los
políticos que no recuerdan el color del asfalto, para los banqueros que perdieron
su alma en la almoneda, y para los empresarios sin escrúpulos ni sangre en las
venas… pido toneladas de carbón. Para los políticos honrados, los banqueros transparentes
y los empresarios leales les reclamo que dejen de ser minoría. Para la gente
solidaria que regala su corazón, sus sonrisas y el dinero que no tienen a los
más necesitados, pido el más grande de los reconocimientos. Y para Jerez que
vuelva a estar donde le corresponde como ciudad que quiero y en la que creo.
Queridos Reyes Magos, gracias anticipadas.
Pd: Por cierto, Baltasar, que estaré en la esquina
de las calles Medina con Arcos. Por si cae algún puñado de caramelos y algún regalo…
Ya sabes…
Precioso, me has echo llorar porque tienes toda la razón del mundo, yo tambien creo en ellos
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